Hacer el pensamiento visible

Organizar las ideas y más aun traducirlas y representarlas de manera tangible se convierte en muchos casos en todo un desafío.

Existen diversas técnicas que nos permiten poner en orden y clarificar los conceptos que tenemos en mente y hacerlos realidad. Un método que resulta bastante efectivo es el de los mapas mentales, que permiten la elaboración, producción y comprensión de conceptos coherentes ahorrando tiempo, y aumentando el poder creativo.

Desarrollando todo desde un único centro (la idea principal), se irán generando “ramificaciones” es decir conceptos que nacen de este foco central a través de la asociación y agrupación de palabras claves e imágenes, permitiendo la organización del contenido al hacer uso de codificación por colores, símbolos, iconos que distribuyen la información de tal manera que hace fácil el entendimiento y posible ver paso a paso el proceso llevado a cabo.

Cómo Tony Bazán menciona en su libro: “Cómo crear mapas mentales”, esta técnica es una expresión del “pensamiento irradiante”, lo cual quiere decir que el cerebro es capaz de procesar, dispersar y cambiar la dirección de las ideas debido a integración y la asociación infinita y personal de palabras, generando caminos y respuestas únicas en cualquier asunto propuesto.

Así nos encontramos frente a una herramienta que potencia las habilidades de la mente, que permite descifrar las incógnitas que nacen, crecen y se reproducen en nuestro cerebro, para finalmente hacer el pensamiento visible.